Marianel González González
(Ciudad de México, 1985)
Estudió la Licenciatura en Artes Visuales en la Facultad de Artes y Diseño (FAD) de la Universidad Nacional Autónoma de México y cursó el Taller de Dibujo con el maestro Gilberto Aceves Navarro. Ha sido reconocida por el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes siendo becaria del Programa de Jóvenes Creadores en el período 2011-2012.
Ha participado en diversas exposiciones colectivas tales como la Séptima Bienal de Pintura y Grabado “Alfredo Zalce”, Morelia, Michoacán (2009); “Pintura y punto”, Fundación Sebastián, Ciudad de México (2011); V Bienal de Yucatán, Mérida (2011); “Procesos y reflexiones sobre pintura”, Galería Luis Nishizawa, Facultad de Artes y Diseño UNAM (2012); Creación en Movimiento, Jóvenes Creadores, Generación 2011/2012, segundo periodo, Museo de la Ciudad, Querétaro, Qro. (2012) y en la Biblioteca Nacional de México (2014) ; “Índice Pictórico 74 – 89” Fundación Sebastián, Ciudad de México (2012); Art Room Talent, Curaduría 2012/2013; Tercera Bienal de Pintura Gómez Palacio, Durango (2014); Premio Nacional de Pintura Julio Castillo, Querétaro (2014); “Parámetro” Arte Lumen Primera Edición, Museo de Arte Carrillo Gil (2015); Subasta México Vivo, Museo de Arte Moderno (2015); “Pintura contemporánea”, Galería Urbana, (2016), entre otras.
Sus exposiciones individuales han sido “Recuerdos de un viaje oriental. Un viaje por Japón”, realizada en el Espacio Japón, Anexo de la Embajada del Japón, Ciudad de México (2011) y “La Ciudad” en el Museo de Arte Moderno del Estado de México (2015).
LA CIUDAD, LA NUEVA NATURALEZA
La pintura es una forma de comprender y reestructurar al mundo. Es una ventana, un espacio infinito donde cualquier mundo cabe. Es histórica porque el pintor deja algo de su cuerpo, espíritu y contexto en ella, y al hacer esto el espectador, a través del cuadro, comulga tanto con el artista como con la universalidad. Es una isla en esta inundación global de imágenes de hoy en día, que nos permite mantener una distancia crítica hacia ellas y hacia el mundo. No es sólo un medio de comunicación de un mensaje como otras imágenes, es hacer contacto con ella ya que es en sí una presencia; un ser que tiene como objetivo principal enseñarnos a ver.
LA CIUDAD COMO PAISAJE
El paisaje en pintura es una primera forma de comprender y aprehender el alrededor del ser humano, lo que está fuera de nuestros límites corporales, siendo un motivo pero a la vez una representación del espacio.
En este sentido, la ciudad sería para los que vivimos en ella como nuestro concepto de Naturaleza: las montañas, los lagos, los árboles, ahora se equiparan con los edificios, los postes de luz, las calles. Posee la dualidad de que es un espacio abierto y cerrado a la vez. Es lo que nos envuelve y sobrecoje, y paralelamente es un recinto que se hizo para guarecerse y sobrevivir a la naturaleza no creada por el hombre, pero que se ha vuelto a la vez inclemente hacia él.
Con el contexto anterior, el proyecto consiste en un estudio sobre el paisaje urbano en la Ciudad de México, tomando como punto de partida mis experiencias personales traducidas en pintura de mi vida en la ciudad.
Es la Ciudad, nuestro “Jardín del Paraíso” el que ahora nos sobrepasa y abruma. Es esta “Nueva Naturaleza”, la que nosotros mismos hemos creado, que es nuestra propia “naturaleza humana”, la que se nos ha vuelto en contra, desde siempre.
